miércoles, 5 de marzo de 2008

Acerca de mi tío D. Dris Diouri, primer escritor marroquí en lengua castellana


Reseñas

Anaquel de Estudios Árabes 213 2004, vol. 15 207-226 LÓPEZ ENAMORADO, Mª Dolores, Larache a través de los textos. un viaje por la literatura y la historia. Junta de Andalucía. Consejería de Obras Públicas y Transportes, 2004, 149 págs. y 36 en árabe.

Este libro es un bonito regalo que nos hace Lola López Enamorado, profesora de lengua y literatura árabes de la Universidad de Sevilla y, actualmente, Vicerrectora en la Universidad Internacional de Andalucía. Ha sido editado espléndidamente por la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía, dentro del Proyecto cofinanciado por la Unión Europea.

Se continúa así la magnífica colección en la que figuran otras obras como son Arquitectura y urbanismo español en el norte de Marruecos, de Antonio Bravo Nieto, del año 2000 y Larache. Evolución urbana, de parecida factura (en las que destacan la documentación, las fotografías y los textos en árabe) patrocinadas por el citado programa de la Unión Europea.

Lo principal de este libro que deseamos comentar es, para mi, que nos anima a conocer, es decir a enamorarnos, de esa ciudad, modesta en apariencia, pero grande y sabia por su historia y por los autores que vivieron en ella, y la eligieron como tema de inspiración vital o literaria.

Junto a las ilustraciones tan bien escogidas - ¡qué buen trabajo el del fotógrafo Driss Sabaihi! - encontramos los textos que la autora ha estructurado en cuatro etapas: 1 - Larache y su región: de los albores a la Edad Media; 2 - Dominación portuguesa y española en Larache. Siglos XV al XVII; 3 - Larache bajo soberanía marroquí. Algunos relatos de viajeros en los siglos XVIII, XIX y principios del XX, y 4 - Larache, siglo XX: del Protectorado español (1912-1956) al Marruecos Independiente.

Textos variados, temas diversos, por autores antiguos y modernos, clásicos y actuales: desde Ibn Abi Zar al malogrado poeta Mohammed el Jammar el Guennuni, desde Tomás García Figueras a León el Africano y a Luis de Góngora; desde Jean Potocki al también famoso Ali Bey, con variados testimonios de tantos viajeros. Y, por fin, el capítulo más próximo a nuestros tiempos: el Larache del pasado siglo, con autores españoles, marroquíes y de otras nacionalidades, hermanados por el espíritu de esta ciudad acogedora y abierta; así encontramos nombres tan relevantes como Maximiliano Alarcón y Santón, el gran arabista; el eminente pensador libanés Amin Al-Rihani, el argentino Roberto Arlt y los marroquíes Mohamed Chukri, Mehdi Akhrif y el larachense de adopción Mohamed Sibari.

La autora nos resume los rasgos principales de cada autor y explica los motivos de su elección, en breves pero elocuentes líneas: como si quisiera guiarnos por la ciudad, como si fuera nuestra profesora de una imaginaria asignatura titulada: "Larache en la literatura y en la historia".

Y nos explica las claves del libro y la forma de entenderlo: y, lo mejor de todo son sus propias palabras: "En mi búsqueda de textos sobre Larache he localizado y leído muchos más libros de los que aparecen aquí, y no han sido excluidos por carecer de interés , sino porque en toda elección hay pérdidas y perdedores. Yo no he podido incluirlos a todos.

Pero quiero insistir en que hay muchos más, y animar al lector a buscarlos…" Claro que sí, querida Lola, es lo que podemos hacer, en una cadena que se prolonga y en la que cada lector puede hacer su propia antología, o elegir un nuevo texto y un nuevo autor.

Yo me atrevería a hablaros de un larachense, poco conocido, pero que me parece una figura interesante por tantos motivos: Idris al-Diuri al-Bikuri, más conocido como Dris Diuri.
En 1977 descubrimos a este gran hispanista. Contestó amablemente a las preguntas que dirigimos a diferentes escritores desde el Seminario de Literatura del antiguo Instituto Hispano-Árabe de Cultura, en una encuesta que incluía las principales cuestiones relacionadas con su vida y sus obras .

Dris Diuri, nos decía, había nacido el 25 de julio de 1921, en Larache. Realizó estudios en la universidad de Granada en 1965 y trabajaba en la municipalidad de Larache. Nos sorprendió la corrección de su estilo cuando nos escribía en español. Muestra de ello es su carta de 14 de junio de 1978, remitida desde su domicilio: Plaza de la Liberación, nº 4, en Larache.…

"Mi querido amigo:

Con verdadera satisfacción recibo en este momento su muy grata del pasado 8 de este mes, donde me habla de la preparación de la edición de una Antología de la Literatura marroquí contemporánea que recoja también muestras del pensamiento de nuestro país, tan íntima como secularmente unido a España. También me entero de los dos volúmenes ya publicados sobre las mismas cuestiones y que se refieren a Iraq y Túnez.

Ciertamente, el proyecto es maravilloso y viene a confirmar mis sueños de siempre de que entre España y Marruecos, tiene que haber - como siempre lo hubo - una colaboración muy fuerte y muy fecunda en todos los aspectos, amén en el terreno de la letra impresa.

Estoy, pues, dispuesto a ofrecer, desde mi modesta posición, la colaboración que se me pida al respecto para esta Antología de nuestra Literatura marroquí. Pero debo aclarar que todos mis trabajos - o pequeños libros - (poesía, prosa y teatro), están escritos en el Gran Idioma Cervantino. Dos libritos publicados y agotados, y el resto, inédito, por fuerzas insuperables por el momento.

Sobre la traducción de mis libros, podría contarle muchas cosas, pero seré breve. Mis gestiones para conseguir la traducción al árabe y francés, por lo pronto las hice casi en todo Marruecos, sin resultado. Más tarde, me dirigí, por dos veces a Madrid, y tampoco pude conseguir nada positivo. Sin olvidar gestiones escritas hechas a Paris, con el mismo resultado negativo. (……….)

Finalmente, no quisiera cerrar estas líneas sin hacerle una pequeña observación. Se trata de lo siguiente: tal vez sea el único marroquí (o somos muy contados) que escribimos en español (pensa, literatura, etc.) pero desgraciadamente no contamos con asistencia en ningún sentido por parte de nadie. Navegamos en mar solitario o en bosque sin luz. Y creo sinceramente que merecemos un poco de atención.

Y nada más por el momento, entrañable amigo. Su carta ha sido contestada sin demora alguna. Y repito que puede contar conmigo en lo que pueda hacer. Así, tan afectuosamente, termina la carta de este hispanista que merece nuestro pequeño homenaje sin duda alguna.

Mohamed Chakor y Sergio Macías son autores del libro Literatura marroquí en lengua castellana, publicado en 1996, donde podemos encontrar amplias referencias sobre Diuri: fue autor de varios libros de ensayos, teatro y poesía, de los que sólo pudo publicar dos de ellos: Mohammed V. Monarca reencarnado, Larache, 1961, y Miscelánea, I, Tetuán, 1963.Otras obras de Diuri, como las tituladas: Palpitaciones, Tragedia y Realidad, Rimas, Cartas a una amiga, Breve noticia sobre la historia de Larache, Mensaje a S. M. Hassan II, etc., quedaron inéditas.Hemos podido localizar el libro Miscelánea, ya citado, publicado por la Editorial Cremades de Tetuán, en 1962. Sus páginas recogen temas diversos, como si se tratara de impresiones o artículos periodísticos. "Larache" aparece con frecuencia, como era de esperar, en páginas que hablan de la semana de fiestas (Junio 1955), de su eterna admiración por la "Ciudad dormida o potro indomable" (Octubre 1959), o la "Novia del Atlántico" que así la denominaba Diuri. Junto a ellas, otros títulos patrióticos ("Mohamed V, monarca reencarnado") que reflejan la grave impresión que produjo la noticia del fallecimiento de aquel gran monarca; y misceláneos, como su título indica: "la amistad", "la avaricia", "el carácter", y otros tan interesantes (una glosa al artículo de Emilio García Gómez sobre la situación de la mujer, otra dedicada al pintor Mohamed Yebari, por ejemplo). De nuevo quedamos admirados por la prosa admirable de este escritor.

Quizá alguno de estos títulos apareciera en los periódicos: Al-Nahar, de Tetuán, o España, de Tánger, en alguno de su ciudad. Además pronunció conferencias sobre la juventud marroquí, entre otros temas, en Casablanca, Alcazarquivir y Larache… Así, manifestamos nuestra admiración por este modesto larachense y quisiéramos recuperar y ver editados algunos de sus escritos. Para salvarlos del olvido apelando a la generosidad de sus hijos (uno de ellos, Abdelilah nos escribió hace tiempo y hablaba de problemas familiares que impedían la edición de algún manuscrito que había dejado su padre, ya que falleció en 1978) contando con el apoyo del hispanismo marroquí actual.

Terminaremos estas breves páginas con el recuerdo de su amiga Trina Mercader en aquella aventura poética que fue la revista "Al-Motamid. Verso y Prosa" - a la que también se refiere Lola López Enamorado en el libro que hemos comentado - que siempre recordaremos: "Teníamos un amigo marroquí, Dris Diuri, en Larache, traductor de árabe, con una magnífica dicción castellana, partícipe de nuestro entusiasmo, que durante años se hizo cargo de la sección arábiga"…¡Una historia de "amor literario" que no se olvidará!…

Fernando de ÁGREDA
UCM

domingo, 2 de marzo de 2008

DRIS DIURI Y LA REVISTA “AL-MOTAMID (TRINA MERCADER)

viernes, septiembre 22, 2006

DRIS DIURI SEGUN FERNANDO DE AGREDA

DRIS DIURI Y LA REVISTA “AL-MOTAMID (TRINA MERCADER)
UNA AVENTURA UTÓPICA

Se celebran las 3ª Jornadas Culturales que viene organizando la asociación “Larache en el Mundo”, presidida por el activo y buen anfitrión que es Sergio Barce, junto a “Larache Al-Mada”, de Ahmed El Guennouni, en la misma línea de promoción y defensa de los valores de la ciudad. La inauguración, hoy, en esta bella ciudad de Larache es una magnífica ocasión para hacer un homenaje de recuerdos a alguno de sus hijos que la honraron con su labor y sus méritos. Este es el caso de Dris Diuri: figura imprescindible entre los hispanistas marroquíes y cuya labor ha sido poco conocida y menos difundida. Trina Mercader lo reconoció en sus recuerdos que bajo el título de “Al-Motamid e Itimad: una experiencia de convivencia cultural en Marruecos”, se publicaron en la Revista de Información de la Comisión Nacional Española de Cooperación con la UNESCO, Nº 25, Enero-Marzo, 1981, págs. 76-80:

“Desde 1936, año de mi llegada a Marruecos, hasta 1947, fecha de la publicación de la revista “Al-Motamid”, Larache poseía, en lo cultural, un ambiente oficial mantenido por las autoridades españolas, en lo que fue Protectorado español (...) Esta situación artificial, producto del comportamiento político, daba lugar a un desprecio mutuo, que por ser mutuo nos equilibraba.”

“Pero la cultura viva de Marruecos existía. Bastó que alguien la convocara sin otros intereses que los estrictamente culturales, para que hiciese acto de presencia. Por iniciativa de un grupo de artistas españoles, residentes en Larache (recuerdan los que vivieron aquella época los nombres del pintor Juan Antonio Escartín; el escultor húngaro, Laszlo Zinner, a los que dedicaría sus primeros ensayos sobre crítica de arte Cesáreo Rodríguez Aguilera, que luego dejaría Marruecos para ejercer sus labores en el campo de la judicatura, etc.), fundamos “Al-Motamid” en 1947, revista de verso y prosa, editada en español y árabe”...

“El proyecto – sigue el relato de Trina – se lleva a cabo con una pobreza de medios que contrasta con la ambición que lo mueve. La empresa era original, sin antecedentes. Conocíamos a un solo poeta musulmán marroquí, Abdelkáder El Mokaddam, residente en Tánger, al que ofrecimos las páginas centrales como muestra de nuestra preferencia por lo árabe. Teníamos un amigo marroquí, Dris Diuri, en Larache, traductor del árabe, con una magnífica dicción castellana, partícipe de nuestro entusiasmo, que durante años se hizo cargo de la sección arábiga...”.

De nuestra entrañable amistad con Trina Mercader ya hemos hablado en varias ocasiones (especialmente en el homenaje que le dedicaron los Institutos Cervantes de Marruecos en 2003)...Hoy en este nuevo homenaje recordaremos los datos, no muchos, que nos facilitó el propio Dris Diuri en el breve tiempo en que estuvimos en contacto epistolar.

En 1977 le escribí por primera vez para solicitar sus datos y su colaboración en los temas literarios en los que trabajábamos desde el Seminario de Literatura del antiguo Instituto Hispano-Árabe de Cultura. Conservo con cariño sus respuestas a la “encuesta” que habíamos elaborado para recabar los principales datos de los escritores del mundo árabe.

Dris Diuri nace en Larache, el 25 de julio de 1921. Realiza los estudios de bachillerato en Granada, en 1965 y se incorpora a su ciudad natal en cuya municipalidad trabajaría junto a Trina Mercader.

De la obra de Diuri hemos conocido su Miscelánea, publicada en Tetuán, en 1963. Parece que se trata del primer volumen al que seguiría otro del mismo estilo que no llegó a publicarse. En dicha obra se aprecia en los varios artículos que incluye el gran amor que sentía por su familia primero, por su Larache natal y a continuación, y por encima de todo, por los temas patrióticos como los dedicados a los difuntos reyes Mohamed V y a su hijo Hasán II. De hecho citaba otro libro que se había publicado en Larache, en 1961 y que se tituló: Mohamed V, monarca reencarnado (así figura en árabe). A continuación mencionaba las obras que tenía en prensa y que eran las siguientes: Cartas a una amiga, dos obras teatrales: Luces y sombras, Drama y verdad.

Además de dos poemarios: Melodías y Latidos. Y otras: Reflexiones, una Historia de Larache. Por último se refería a los artículos de prensa que habrían aparecido en diarios de Tetuán (An-Nahar), Tánger (España) y Larache. Así como a varias conferencias pronunciadas en Casablanca, Alcázarquibir y Larache sobre temas diversos: Hassan II, la juventud marroquí y otros.

Dris Diuri nos ofrecía generosamente su colaboración en los proyectos que estábamos iniciando en el Seminario de Literatura ya citado y decía en unos de los párrafos de su carta escrita el 14 de Junio de 1978: “Debo aclarar que todos mis trabajos – o pequeños libros – están escritos en el Gran Idioma Cervantino y no he podido encontrar ninguna ayuda para su publicación o traducción a otras lenguas...Finalmente desearía hacer una pequeña observación: tal vez sea el único marroquí (o somos muy contados) que escribimos en español, pero desgraciadamente no contamos con asistencia en ningún sentido por parte de nadie. Navegamos en mar solitario o en bosque sin luz. Y creo sinceramente que merecemos un poco de atención”.

La labor de Dris Diuri en aquella aventura (solitaria y soñadora) de Trina Mercader que fue la revista Al-Motamid. Verso y prosa se inicia desde el primer número (marzo de 1947): la primera colaboración que firma se titula “Visión poética de un soberano en su paisaje” donde apreciamos su excelente prosa en torno a la figura de Al-Motamid, el rey de Sevilla, motivo de presencia constante a lo largo de la vida de esta revista. Además apreciamos la mención que hace de alguna de las primeras figuras del arabismo: Emilio García Gómez y el sabio holandés Dozy concretamente.

En el número 2 (abril de 1947) figura la traducción del poema de Ibrahim al-Ilgui (esposo de la eminente hispanista Amina al-Loh, colaboradora de Al-Motamid en la etapa final de la revista) titulado “Conversación confidencial con la poesía” (Munayat al-qarid).

Ya en el número 12 (febrero de 1948) encontramos el nombre de Dris Diuri en el Consejo de Dirección de la revista junto a figuras de escritores “hispano-marroquíes” tan conocidos como Jacinto López Gorgé, Pío Gómez Nisa, Eladio Sos y Juan Guerrero Zamora.

Diuri traduce poemas de Abdallah Guennún, figura reconocida de la cultura marroquí, y del tunecino, fallecido en plena juventud, Abulqásim al-Shabbi. Asimismo encontramos la traducción del poeta egipcio Ali Mahmud Taha en el número 13 (marzo de 1948).

La “pequeña (o interna) historia “de la revista no podremos conocerla quizás: surgen las diferencias y desaparece la mención del Consejo de Dirección. Dris Diuri seguiría colaborando como traductor junto a Ahmed Tadlaui y Abdelmalik Náder, de los que apenas si conocemos sus nombres.

En 1952 Trina se traslada a la entonces llamada “Villa Sanjurjo”, es decir a la actual Alhucemas donde residirá poco tiempo: al año siguiente es destinada a Tetuán, la antigua capital del Protectorado español y entonces se inicia una etapa diferente: de la parte árabe de la revista se encargarán otras figuras conocidas del hispanismo marroquí: Ibn Azzuz Haquim, Mohammed Sabbag y la ya nombrada Amina al-Loh.

Mohamed Chakor y Sergio Macías han destacado en su libro: Literatura marroquí en lengua española, de 1996, la biografía de este pionero del hispanismo marroquí que fue Dris Diuri y las características principales de sus obras. Además se refieren a su función de canciller en el Consulado de Marruecos en Barcelona, dato que no hemos podido confirmar.

Sólo nos queda felicitar a los organizadores de este Festival, especialmente a nuestro amigo Sergio Barce, y dejar esta petición que esperamos ver hecha realidad: que se publique en la página de internet y en edición los textos inéditos de Dris Diuri, que merecen ser conocidos en España y en Marruecos. Es lo que más habría deseado nuestro buen amigo que hoy nos acompaña en espíritu, y los familiares que reclaman la recuperación de su memoria.

Fernando de Ágreda

Madrid/Larache, 10 de Agosto de 2006

Carta de Fernando de Agreda A Farida Diouri

sábado, junio 10, 2006

Carta de Fernando de Agreda A Farida Diouri

"CARTAS A UNA AMIGA", DE FARIDA DIOURI

Farida Diouri ha fallecido el mes pasado en Paris y he conocido esta triste noticia por su propia hija cuando esperaba su prometida visita a Madrid. Quedamos pendientes de conocernos personalmente y así gozar de tantos recuerdos como nos unían. Ya no podrá ser, querida amiga, la muerte, nunca contamos con ella, se ha interpuesto entre nosotros, pero trataré de rememorar el escaso tiempo que disfrutamos.

La historia de nuestra amistad ha sido muy reciente: en internet encontré sus datos y su fotografía pues era una buena escritora en francés: L´ange de la misère y otro título: Dans tes yeux, la flamme infernale eran los títulos de sus libros que quizá me habría regalado y dedicado en el viaje que iba a realizar…Y todo giraba en torno a los recuerdos de su padre Driss Diuri, figura memorable del hispanismo marroquí; Larache, lugar de su nacimiento y, por fin, la figura siempre presente de Trina Mercader.

Tras la publicación del precioso libro o antología de textos sobre Larache que ha publicado mi buena amiga Lola López Enamorado (Larache a través de los textos. Un viaje por la literatura y la historia. Sevilla, 2004) escribí una reseña en la que, animado por las palabras de la autora, destacaba la obra de Dris Diuri y me refería a alguna de sus cartas, cuando le solicité su colaboración en los proyectos que iniciábamos en el Seminario de Literatura, de aquel Instituto Hispano-Árabe de Cultura (este año se conmemora el 50 aniversario de su creación oficial…) donde trabajamos un joven grupo de arabistas con la ilusión y el esfuerzo que entonces se fomentaba.

Esta misma reseña que citaba se la envié a Farida por el correo electrónico. Su respuesta fue muy cariñosa y al darme su teléfono pude ponerme en contacto con ella. Hablaba muy bien español y luego pude saber que había ido a la escuela en su ciudad, Larache, y había sido alumna de otra querida amiga, que entonces vivía en aquella luminosa ciudad y hoy reside en Madrid: Estrella Pérez de Amar.

Estrella, con la que hablo de vez en cuando y disfrutamos de los buenos recuerdos que ella pudo vivir directamente, y que siempre transmite afecto y simpatía, me acababa de enviar una fotografía entrañable: Dris Diuri, con un "fez", el sombrero que entonces se estilaba a lo egipcio, llevando a sus hijitos: Farida y su hermano, al colegio. Fechada el 6 de enero de 1956, lleva una dedicatoria con caligrafía de Farida niña que dice"A la señorita Estrella con cariño" y su nombre.

Y, lo mejor de todo, Estrella - "Están hechas en la Calle Chinguiti o Canalejas frente al cine Ideal", decía en su carta - había hecho una copia de esta foto para que se la remitiera a la propia Farida, ¡qué alegría tuvo al recibirla según me dijo después!)Hoy he vuelto a hablar con mi amiga Estrella, recién enterado de la sorprendente noticia y la he encontrado en su casa de Madrid: he disfrutado de sus recuerdos veraniegos, de los comentarios sobre sus hijos y sus nietos, y le he recordado a su alumna Farida sin decirle nada de su fallecimiento. Ha sido como uno de tantos temas bonitos que surgen en nuestras charlas y me decía que era una sus alumnas más inteligentes cuando ejerció de maestra de niños en Larache…¡Qué experiencia tan emotiva y tan consoladora a la vez!

Recordar a Farida Diouri en este día de septiembre es lamentar su ausencia y quisiera mantener la esperanza de que sus hijos puedan llevar a cabo la publicación que ella tenía preparada, quizá finalizada: Las "Cartas a una amiga" que, según me decía, "son las cartas escritas a Trina Mercader a la que mi papá ha querido toda su vida"…Sabíamos por la propia Trina del importante papel de Dris Diuri en la revista Al-Motamid. Verso y prosa que, como es sabido, ella creo en 1947, cuando vivía en Larache: "Teníamos un amigo marroquí, Dris Diuri, en Larache, traductor de árabe, con una magnífica dicción castellana, partícipe de nuestro entusiasmo, que durante años se hizo cargo de la sección arábiga…", recordaba la propia Trina en aquel testimonio titulado precisamente "Al-Motamid e Itimad: una experiencia de convivencia cultural en Marruecos", publicada en 1981, en la revista de la comisión española de cooperación con la UNESCO, que dirigía Fernando Valderrama, otro buen amigo nuestro.

Farida me descubrió otro aspecto más íntimo de aquella relación: "Papá y Trina - me decía en uno de sus correos - han sido novios durante muchos años y se han amado toda la vida. Desgraciadamente por un problema de religión, ella era católica y él musulmán, no se han casado, pero siguieron siendo amigos hasta la muerte…La historia de Trina y de mi padre es una historia de amor extraordinaria y triste, y será el tema de mi próximo libro "Cartas a una amiga" con las cartas escritas a Trina Mercader a la que mi papá ha querido toda su vida".

De Dris Diuri conocíamos también los datos que Mohamed Chakor y Sergio Macías incluían en su libro sobre la literatura marroquí en lengua castellana, de 1996, y una obra de Diuri titulada Miscelánea, publicada por la editorial Cremades de Tetuán, en 1962, ilustrada por el artista larachense Mohamed Yebari. En esta obra se aprecia su amor por la ciudad de Larache y por su país en general, tanto como por su propia familia.

Ojalá que este proyecto y su autora no queden en el olvido. Le pedimos a sus hijos desde este pequeño homenaje y a los hispanistas de Marruecos, que tanto apreciamos, que hagan lo posible por llevarlo a cabo. Será un hermoso recuerdo y un interesante testimonio de amistad que nunca se podrá olvidar. Estamos seguros de ello: Farida Diuri se lo merece por tantos motivos y en su memoria lo decimos encarecidamente, como si ella lo pidiera en estos días de septiembre, cuando estábamos esperándola en Madrid.

Fernando de Ágreda

"Amigos que fueron... ¿Dónde estarán?" por Fernando de Ágreda.

'Amigos que fueron...¿Dónde estarán?', por Fernando de Agreda

Fernando de Ágreda trabaja para la Dirección General de Relaciones Culturales y Científicas, de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), y se ocupa de la redacción de la Revista "Awraq", de Estudios sobre el Mundo Árabe e Islámico contemporáneo. También ha sido profesor en la Facultad de Filología, departamento de estudios árabes, en la Universidad Complutense de Madrid y ha publicado varios artículos sobre la literatura marroquí contemporánea y sobre los hispanistas del mundo árabe en revistas dedicadas a estos temas.


Recuerdo en este tiempo de verano a algunos amigos con los que compartí el trabajo y la amistad...¿Quién me podrá dar noticias de ellos? Conservo sus cartas y los testimonios de lo que decían, la comunicación que mantuvimos durante un tiempo y que, sin saber por qué, desapareció...

Me refiero a dos nombres en concreto que son: Ahmed El Bahraoui y Chukri El Bakri.

¿Quiénes eran estos amigos que hoy echo en falta? ¿Sería posible que llegara a ellos este mensaje de recuerdo? Temo rememorar los tiempos pasados y que este mensaje no llegue a su destino, pero en cualquier caso, podría ser un pequeño homenaje a su presencia, a sus cartas y al tiempo que compartimos, como último recurso que justifique – si fuera necesario – las líneas que les dedico ahora.

A finales de 1982 recibí las primeras noticias de Ahmed El Bahraoui dirigidas al Instituto Hispano-Árabe de Cultura, en el Paseo de Juan XXIII, donde estaba ubicado durante el tiempo de la existencia de este centro cultural. En su primera carta se presentaba a si mismo, dándome la referencia de Dris Diuri, su paisano de Larache. Este reconocido nombre del hispanismo marroquí sería su mejor referencia, como decano que era por su edad (había nacido en 1925) y por sus conocimientos.

El Bahraoui había nacido en Larache, el 13 de agosto de 1960 – entonces habrá cumplido 47 años – y me escribía – ya en 1982, como decía antes – desde Málaga (en esta dirección: C/. Blanco Coris, bloque 13, B-1). En su carta se refería a sus estudios en la Misión Cultural Española de su ciudad natal, donde había obtenido el título de graduado escolar, además de los diplomas de formación profesional administrativa. Se refería a continuación – en un español bastante correcto - a su afición por la poesía y reconocía que había escrito algunos versos, “aunque me salieron malos, intento de nuevo ir mejorando”.

Quizá alguien recuerde a este joven larachense, cuyo nombre recupero hoy con estas líneas; puedo añadir que me envió entonces una publicación escolar titulada La Giralda que él mismo se había encargado de dirigir.

La sencillez de sus páginas reflejaba sus inquietudes literarias. Me explicaba en sus cartas los motivos que le llevaron a emprender la publicación de esta revista como forma de impulsar el interés de los hispanistas de su ciudad. Incluso me enviaba un certificado de don Nicolás García Díaz, director entonces del Colegio Luis Vives de la Misión Cultural Española en Larache, que justificaba el papel de Ahmed Bahraoui como director de la citada publicación, con el patrocinio del centro escolar durante el tiempo de su aparición, dos números, en 1982.

Transcribiré a continuación algunos párrafos de sus cartas por lo significativo de las mismas: “No sé si sabrá usted que aquí en Larache salía un periódico semanal que se llamaba “Larache”, en el cual participaban todas las personas que se interesaban por la cultura, entre ellos destacan el gran escritor Dris Diuri, Hasan Tribak, etc. pero resulta que cuando murió el señor Diuri, solo se publicaron dos o tres números antes de que desapareciera esta publicación. Y nos quedamos sin una revista local. Después de dos años tuve la idea de hacer una revista estudiantil para todas las gentes de habla hispana. Fui a ver al señor director de la Misión Cultural y le presenté la idea que él aceptó con mucha ilusión. Publiqué el primer número, al que siguió un segundo y tercer número, que tuvieron mucha aceptación en Larache y también en Tánger y Tetuán. Espero que el amigo Diuri le haya enviado el primer número de este revista porque yo mismo se la di para usted. Hoy le envío personalmente los dos números siguientes con mucho gusto".

Hoy repaso las páginas de la citada revista, “publicación escolar”, según se anuncia en la portada, y encuentro detalles muy interesantes, así cuando dice a modo de “editorial”: En este número han colaborado marroquíes y españoles, todos los que han querido poner su granito de arena lo han hecho y sigue teniendo las puertas abiertas para todos los que quieren colaborar, con cualquier tema o sugerencia, lo admitimos todo, claro, siempre que sea provechoso para el lector”.

Se iniciaban las páginas de la revista con las reflexiones del famoso escritor libanés Khalil Gibrán, tomadas de su libro Lágrimas y sonrisas. A continuación seguía el artículo de El Hakim Ahmed sobre “La educación marroquí”; tras unos refranes y proverbios, a cargo del mismo Ahmed El Bahraoui, se ofrecía el “Homenaje a Larache”(La dorada cenicienta), de la obra de Dris Diuri Miscelánea (II parte). Señalaremos los nombres de otros colaboradores, según se indicaba en cada escrito: Ana Tintol, Aicha Agzinay, Abdelilah Diuri (que trataba sobre la enseñanza), hijo del ya citado y gran figura del hispanismo que fue Dris Diuri.

Del siguiente – y último número de esta revista, que llegó a nuestras manos – destacaremos, en la misma línea del anterior, el poema firmado por Bouhssina Mustafa titulado “Mi amor a Larache”, que incluye la mención de un verso de Diuri que dice: “mi Larache en poema convertida”. Además señalaremos otras firmas ya conocidas: Abdelilah Diuri, El Obgani Mustafa, Ahmed Bennassar, junto a un artículo sobre Ramón J. Sénder, dando la noticia de su fallecimiento y el poema de El Bahraoui titulado “Lágrimas de Palestina”, sentida con estas palabras de dolor y un sencillo pero expresivo dibujo:


La tierra y los hombres se fueron,
y Palestina llora por los dos.
Llora, llora por lo que te hicieron,
los que mal te conocieron.
Dios te ayudará Palestina,
a cambiar esta vida perdida.
Dios contigo está Palestina,
que ni Él ni yo te olvidamos.
Llora, llora Palestina,
por tu tierra y por tus hombres.
Que tu tierra y tus hombres se fueron,
y no tardarán en volver.



Siento también la ausencia de Chukri El Bakri y voy a referirme ahora a los pocos, pero intensos, recuerdos que de él conservo: ¿dónde nos conocimos? Quizá sería en algunos de los coloquios o encuentros que organizaban los departamentos de español, en la Facultad de Letras de Fez. Seguramente fue aquella reunión sobre “Escritura marroquí en lengua española”, celebrada del 22 al 24 de noviembre de 1994, en la citada Facultad de Dhar El Marras. Las actas, coordinadas por Abdelmouneim Bounou , aparecieron en 1998.

Ahora reviso aquellas actas y, efectivamente, encuentro el programa de las mismas. Allí figuran las lecturas de los poetas que participaron: Ahmed Saber, de la universidad de Agadir; El Arbi El Harti, de Rabat; Driss El Fakhour, entonces en la universidad Autónoma de Madrid, y nuestro amigo Chukri El Bakri, que estaba destinado en la Radio-Televisión marroquí (RTM).

Los poemas de Chukri El Bakri se encabezaban con el título que pensaba dar a su libro: La furia del viento (Versos libres). Estaban dedicados a sus hermanos: Muna, Nadia y Karim; a su hijo Walid, “que no dejará de ser recién nacido”, con un epitafio de Abdelkebir Jatibi (“Traza con las uñas tu propio deseo diáfano”) y una frase “lápida”: “donde todo es muerte, la muerte propiamente dicha ya no existe”.

Los títulos de los poemas eran los siguientes: “El sueño de la muerte”: 1/ Lejanía (A mi abuela...Cuando habló el silencio): 2/ Fantasía (A mi hija...Puntos suspensivos), y estaban firmados en Tetuán, el 7 de septiembre de 1994. Los siguientes poemas se titulaban: “Silencio, sombra y palabra”, “¡Ay, boca mía!”. “El beso verde”, “Sombra”, “Luz azul”, “Torpeza”, “Rosa del sueño” (A Tetuán, espejismo de un mito), con la fecha de agosto de 1991.

De los siguientes poemas reunidos a continuación, destacaremos los siguientes: “Poema jondo” (Al alma de Federico García Lorca. Un ala chirriante), que se inician con estos versos:

No eran las cincoEl sueño,
realidad figitivaLa visión,
realidad venideraLa muerte,
realidad permanente
Y tú Lorca
A caballo entre éstas y el espejo
Con Granada por medio
Miraste desde la ventana
El rojo de un alba decente
.....

No eran las cinco
Era el silencio
El alba
e un poema jondo.

Finalizaban estos poemas con un título: “Los huérfanos de este mundo” (A la memoria del poeta Muhammad Al Jammar Guennuni) y una “Apostilla dislocada”, que dice:

Ojalá percibiéramos ahora mejor que nunca que la poesía es un fin en sí, no sólo un utensilio para transformar al mundo. Ella es la mayor transformación que pueda padecer el mundo o asumir. La muerte es el comienzo tan rebuscado por la poesía, y escribir versos es diseñar la faz de la muerte, el disfrazado anhelo; profanar su intangibilidad y ofrecerse de ofrendas al derrocadero de la noche.

Los poetas son quienes dan pulso a la vida. En esto no se entretejen dos. La esculpen, alentan, persiguen y aman. Son sus testigos y mártires. No es un juego de palabras. No hay cabida para ello. Tampoco es una contradicción, aunque Pascal una vez pensó que la contradicción es una mala señal de la verdad”.

Chukri El Bakri vivía entonces en la ciudad de Salé (Rue Akrach. Imm. 5 (Dhaibi) Tabriquet). Conservo, como muestra de su excelente conocimiento de ambas lenguas, la versión española del poema dedicado a “Lorca” por el famoso Mahmud Darwish, unos de los primeros “poetas palestinos de resistencia”, junto a Tawfiq Zayyad, Fadwa Tucán, Samih Al-Qásim y Salim Yubrán, que hemos podido conocer desde los años sesenta a través de las magníficas traducciones de Pedro Martínez Montávez y Mahmud Sobh (publicados por la antigua Casa Hispano-Árabe en 1969, con dibujos del genial pintor iraquí, ya fallecido, Faik Husein).

El citado poema sobre “Lorca”, traducido por Chukri El Bakri, se publicó el 7 de febrero de 1993 y pertenece al libro Hojas de olivo, editado en Haifa (1964) y en Beirut, en varias ediciones después, la décima fechada en 1984; éstos son algunos de sus versos:

El perdón de una flor de sangre, Lorca
y un sol en tus manos
y una cruz que s viste del fuego de un poema.
Por la noche, los jinetes más hermosos
Peregrinan hacia ti
Con un mártir...y una mártir
(...)
España sigue siendo la madre más triste
dejó correr el cabello sobre sus hombros
y sobre las ramas del olivo de la lóbrega tarde
colgó sus espadas

Por la noche, el guitarrista recorre las calles
y canta a escondidas
y con tus poemas, Lorca, recoge las limosnas
de los ojos de los miserables.

Los ojos negros en España miran de reojo
y la conversación del amor es muda.
En sus palmas el poeta excava una tumba,
Si habla.
(...)
Las últimas noticias desde Madrid,
Que la herida ha dicho:
Se hartó el paciente de la paciencia.
Ejecutaron a Guillermo por la noche,
Y la flor del naranjo
Todavía exhala perfume.
Las noticias más bellas desde Madrid,
Llegarán mañana.


En cuanto a alguna de sus traducciones de nuestra lengua, citaremos el poema de Octavio Paz “Qabl al-bud`”, que, según decía él mismo, apareció en el diario Al-´Alam.

Chukri me envió además otros poemas que no figuraban en su ya citado y entonces, al menos, inédito poemario La furia del viento. Se titulaban: “Incógnita”, “Ausencias latentes” y “El sueño dela muerte” (1)Lejanía; 2)Fantasía, dedicado a su hija) y llevaban la fecha de junio y septiembre de 1994.

Por último citaré la carta abierta que me dirigió el 11 de julio de 1995 y que se publicó en el mes de agosto de 1995 en el periódico que dirigía el también hispanista Ahmed Mohamed Mgara titulado El Eco de Tetuán. Me aclaraba en nota que se trataba de “una carta que espero sea disculpa y un “documento personal” sobre el hispanismo creativo marroquí. “Explica – me decía – gran parte de mi silencio y las partículas de esa atmósfera. Es terrible que la literatura y la visión vivan en semejante espacio”.

“¡Querido amigo! – me había escrito por entonces - ¿Qué decirte? Pasé tiempos de baja moral y ahora intento salir adelante, los tiempos cambian, los espacios ondean. Lucho por preservar el ser.” Eran confidencias de un amigo cercano...

Sólo me resta, en este momento, reconocer con gratitud el escaso tiempo de nuestra comunicación. Hay un testimonio de mis palabras: la traducción al árabe de mi trabajo sobre Trina Mercader, que se publicó con el subtítulo de “Una experiencia de convivencia cultural en Marruecos”, en el volumen de Homenaje a la profesora Eugenia Gálvez Vázquez (Revista “PhilologíaHispalensis”, Facultad de Filología, Sevilla, Año 2000, Vol XIV/2).

La citada traducción incluía también la del texto o relato inédito que Trina me había enviado en una de sus cartas titulado “Una calle del barrio moro de Larache”, con un dibujo a plumilla de la propia Trina. Como ya expliqué entonces era la muestra de los escritos que ella conservaba con la intención de publicarlos “en un formato pequeño de libro de bolsillo, primoroso. ¡Tanto cariño les tengo!”.

La traducción citada de Chukri El Bakri, y Uns Bensalih, según me decía Chukri, apareció en el diario Al-´Alam, el 6 de septiembre de 1995: “Zuqaq fi hayy al-muslimin bi-l-´Ara`ich”...¡Gracias de nuevo por este inolvidable “Pasaje o callejón” que me conduce a estos recuerdos, amigo Chukri, por donde giran los vientos y las gentes pero no pasa el tiempo.

Fernando de Ágreda.

Septiembre de 2007

el hispanismo: TRINA MERCADER, DE LARACHE A TETUAN.

el hispanismo: TRINA MERCADER, DE LARACHE A TETUAN.